La
contaminación acústica es una de las mayores agresiones para la salud de
los oídos en la sociedad. Este habitual exceso de ruido, daña las
funciones auditivas y puede provoca hipocausia (pérdida en la calidad o
recepción del sonido).
Cada 29 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Sordera, una cita donde se recuerda que la Organización Mundial de la Salud aconseja que la exposición al ruido no supere los 65 decibelios.
Fuera
del ámbito laboral, los sonidos del tráfico y las obras, los locales
con música muy alta, el mal uso de los equipos musicales con
auriculares, son algunas de las otras causas de la pérdida auditiva que
ha dejado de estar asociada a las personas mayores.
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