Cada
12 de junio se celebra el Día Mundial contra el Trabajo Infantil. Ojalá
pudiéramos dejar de celebrar este día, pero por desgracia, cientos
de miles de niñas y niños realizan trabajos que los privan de la
educación, la salud, el tiempo de ocio y las libertades elementales. De
estos niños, más de la mitad están expuestos a las peores formas de
trabajo infantil, como el trabajo realizado en entornos peligrosos, la
esclavitud u otras formas de trabajo forzoso, actividades ilícitas como
el tráfico de estupefacientes y la prostitución, así como la
participación en conflictos armados.
Debido a la existencia del trabajo infantil, la OIT (Oraganización Internacional del Trabajo), instituyó el
primer Día mundial contra el trabajo infantil en 2002 como forma de
poner de relieve la gravísima situación de esos niños. Este día se
celebra el 12 de junio.
Desde 2002 hasta la actualidad, cada uno de los años, se ha dedicado a una temática:
- 2002: ”Un futuro sin trabajo infantil”
- 2003: ”Trata de niños y niñas”
- 2004: ”A puerta cerrada – trabajo infantil doméstico”
- 2005: ”Un carga demasiado pesada: trabajo infantil en minas y canteras”
- 2006: ”La eliminación del trabajo infantil: iJuntos podemos hacerlo!”
- 2007: ”El trabajo infantil y la agricultura”
- 2008: ”La educación: La respuesta acertada al trabajo infantil”
- 2009: ”Demos una oportunidad a las niñas: Erradiquemos el trabajo infantil”
- 2010: ”Metamos un gol… erradiquemos el trabajo infantil”
- 2011: “¡Atención! niños en trabajos peligrosos- Erradiquemos el trabajo infantil”
- 2012: “Derechos humanos y justicia social…erradiquemos el trabajo infantil”
- 2013: “No al trabajo infantil en el trabajo doméstico”
En 2014, se centra en la protección social: “Ampliemos la protección social: ¡eliminemos el trabajo infantil! “
La protección social es un derecho humano y está sólidamente
justificada desde el punto de vista económico y social. La protección
social permite el acceso a la educación, la salud y la nutrición, y
desempeña un papel fundamental en la lucha contra el trabajo infantil.
El
Informe mundial de 2013 sobre el trabajo infantil (Vulnerabilidad
económica, protección social y lucha contra el trabajo infantil) insiste
en la importancia de abordar las vulnerabilidades económicas y sociales
subyacentes que pueden forzar a las familias a recurrir al trabajo
infantil. A raíz de ello, se destaca la importancia de ampliar la
protección social en consonancia con la Recomendación núm. 202 de la
OIT. El Informe mundial identifica una serie de prioridades clave
pertinentes:
- La necesidad de más información sobre los instrumentos de protección social que ayudan en la lucha contra el trabajo infantil, en qué circunstancias y por qué, a fin de orientar la acción futura.
- El establecimiento de pisos nacionales de protección social en consonancia con la Recomendación núm. 202 de la OIT sobre los pisos de protección social. La atención de la salud y la seguridad del ingreso, combinadas con el acceso a la educación y a otros servicios esenciales, pueden prevenir el trabajo infantil.
- Asegurar que los sistemas de seguridad social “tengan en cuenta las necesidades de los niños”, abordando las desventajas sociales, los riesgos y vulnerabilidades únicos con los que los niños pueden haber nacido o que han adquirido posteriormente en la infancia debido a circunstancias externas.
- Diseñar programas de protección social que tengan en cuenta las necesidades de los niños y, en particular, que tengan en cuenta el problema del trabajo infantil, con el fin de maximizar su impacto sobre el trabajo infantil.
- Asegurar que los sistemas de protección social lleguen a los grupos de niños especialmente vulnerables, incluidos los niños que han sido afectados, o han quedado huérfanos, por el VIH y el SIDA, los niños migrantes, los niños pertenecientes a minorías étnicas marginadas y grupos indígenas, y otros grupos económica y socialmente excluidos.
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