El día de la Biblia es una celebración que se hace en varios países, los cuales no coinciden necesariamente en una misma fecha, aparte de ser realizada por diferentes grupos religiosos que se relacionan con la Biblia en alguna manera, entre ellos: evangélicos, católicos romanos y ortodoxos.
En Chile aún no hay un día institucionalizado, aunque la Sociedad Bíblica, al igual que en otros países, ha sido la responsable de impulsar la campaña de la celebración del mes de la Biblia, el cual es el mes de septiembre.
¿Por qué Septiembre es el mes de la Biblia?
Debido a que la Sociedad Bíblica mantiene lazos tanto con la iglesia evangélica como con el Vaticano, ésta ha constituido el mes de Septiembre como mes de la Biblia por dos razones:
1) Para los católicos: Porque el 30 de septiembre es el día de San Jerónimo, el hombre que dedicó su vida al estudio y a la traducción de la Biblia al latín.
2) Para los evangélicos: Porque el 26 de septiembre de 1569 se terminó de imprimir la primera Biblia traducida al español por Casiodoro de Reina llamada “Biblia del Oso”. Se llamaba así porque la tapa de esta Biblia tenía un oso comiendo miel desde un panal. Esta traducción, que posteriormente fue revisada por Cipriano de Valera, dio origen a la famosa versión “Reina Valera”.
Del “Mes de la Biblia” se desprende “el Día de la Biblia” el cual es conmemorado en varios países, aunque en distintas fechas, entre ellos: Argentina (cuarto domingo de septiembre), Venezuela, Nicaragua (último domingo de septiembre), República Dominicana (27 de septiembre), etc. En estos dos últimos países, dicho día se encuentra institucionalizado por ley.
En Chile aún no se aprueba por el gobierno la oficialización de un “Día de la Biblia”, aunque ya existen propuestas que se están tramitando en el congreso para hacer que este día se lleve a cabo el último domingo de septiembre de cada año. Según lo indicado por el portal terra, existe un proyecto presentado por el parlamentario Alberto Cardemil, pero según la nota periodística, ven poco probable a que se haga efectivo, ya que les parece un proyecto “curioso”.
lunes, 28 de septiembre de 2015
Bibliofilia de Enriquillo
Enriquillo
Enriquillo era el apodo de un cacique taíno que se rebeló contra los españoles; este era conocido por los indígenas como Guarocuya o Huarocuya, mientras que su nombre español era Enrique Bejo. Nació a orillas del lago Jaragua (hoy lago Enriquillo) y era parte de la familia real del cacicazgo de Jaragua, su tía Anacaona fue reina de Jaragua y su padre Magiocatex fue príncipe heredero del Bahoruco.
Su padre murió en una redada española contra una protesta pacífica de indígenas en Jaragua y el huérfano fue criado en un monasterio en Santo Domingo. Uno de sus mentores fue Bartolomé de Las Casas; fue encomendado a don Francisco de Valenzuela, pasando a el hijo de este, Andrés de Valenzuela, tras su fallecimiento. Su rebelión o guerrilla cubrió un período comprendido entre 1519 y 1533.
Identidad de Enriquillo
La mayoría de los historiadores concuerdan en que Enriquillo y el cacique Guarocuya eran la misma persona (ver Sued Badillo) En tal caso, Enriquillo pertenecía a la alta aristocracia del cacicazgo de Jaragua. Guarocuya era sobrino de Anacaona, hermana del cacique de Jaragua Bohechío y su eventual sucesora cuando Bohechíofue muerto. Anacaona estaba casada con Caonabo quien era el cacique del reino vecino de Maguana. Una minoría de historiadores difieren alegando que Guarocuya fue capturado y ahorcado, mientras que Enriquillo triunfó en su alzamiento. La mayoría de los historiadores creen que ambos rebeldes fueron la misma persona, y que los reportes de la muerte de Guarocuya son idénticos a las versiones más verificables sobre la muerte de Anacaona. Esto brinda la posibilidad de que las historias hayan sido confundidas. También ha sido documentado que Enriquillo estaba casado con la mestiza Mencía, nieta de Anacaona.
Enriquillo y los españoles
Las buenas relaciones entre Cristóbal Colón y los taínos nativos de La Española no duraron mucho, y muy pronto una parte de los indígenas se enfrentaron a la llegada cada vez mayor de españoles a sus tierras.. En la primera mitad del siglo XVI ocurrieron varias revueltas, la más famosa de éstas en 1522.
Rebelion de Enriquillo
A pesar de estar bajo el sistema de encomiendas, en el cual los naborías taínos estaban sujetos a la autoridad de un patrón español, Enriquillo tuvo un buen trato por parte de su encomendero Don Francisco Pérez de Valenzuela, este fue un trato de como un Noble Español trata a otro Noble Nativo.
Según la leyenda, Enriquillo poseía un corcel y sabía leer y escribir el castellano. Era conocedor de sus autos, fueros o derechos como súbdito de la colonia y aún era reconocido como cacique o nitaíno por los otros indígenas. Por ello, servía de capataz para el encomendero y por este tiempo los taínos ya eran denominados "mansos" por los españoles pues ya no había rebeliones.
Sin embargo, cuando falleció el viejo encomendero, su hijo trataba a Enriquillo como una mera posesión. Trató de amedrentarlo burlándose de él, trató a Doña Mencía, su esposa, de forma violenta y le desposeyeron de su corcel, el cual era reconocimiento de su nobleza taína.
Al tratar de recurrir a los tribunales locales y no recibir justicia, fue azotado frente a todos los otros taínos para dejar claro quién era el amo y quién era el esclavo. Al tratar una vez más de recurrir a otro tribunal de más alto nivel, sus solicitudes fueron denegadas y hasta se le amenazó de muerte.
Según la leyenda, Enriquillo se quitó la camisa, que representaba su vida en el mundo de los españoles y llevándose a su esposa Mencia y a otros, huyó a las sierras que le habían servido de tierra de recreo.
Enriquillo comenzó su alzamiento con un gran grupo de taínos en la Sierra de Bahoruco y los taínos pudieron continuar con la rebelión gracias a su conocimiento de la región. Derrotaban a todas las expediciones enviadas a subyugarlos al contar los españoles con muy pocas fuerzas. Los españoles confiaban que acabarían con los taínos tal como lo habían hecho antes.
Estas buenas nuevas no tardaron en circular por todas partes y muchos taínos se les unieron en la Sierra de Bahoruco. Les favorecía que la isla ya no era un punto clave de la colonización, pues los españoles estaban enfocados en la conquista de los pueblos Azteca e Inca.
Ya que los españoles no podían controlar la rebelión, y la colonia era presa del pánico, se firmó un tratado dando a los taínos, entre otras concesiones, el derecho a la libertad y propiedad. Sin embargo, esto trajo pocas consecuencias inmediatas, ya que para esta fecha, la población pura taína estaba declinando rápidamente a causa de las enfermedades europeas. El propio Enriquillo sucumbió trágicamente a la tuberculosis años más tarde.
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